¿Qué hacer y por qué mi perro tiene caspa?

¿Tu perro tiene caspa y no sabes qué hacer? Este problema de piel puede requerir un tratamiento suave y natural o un tratamiento médico si el problema persiste de manera crónica.

Mi perro tiene caspa: ¿a qué se debe?

Tu perro puede estar sujeto a caspa (Llamada escamas en los animales) debido a diferentes causas:

Un exceso de cuidado de su pelaje. Un champú suave puede así volverse agresivo para su piel si no tiene tiempo de regenerar su sebo. Un cepillo no adaptado a su pelo (por ejemplo, un cepillo de púas en un pelaje de pelo corto) también puede causar irritación de la piel, secándola y provocando esta caspa.
Pero lo contrario también es posible. Un cuidado descuidado de tu animal puede llevar a una ventilación difícil de la piel, conduciendo a un exceso de materia.
Parásitos presentes en su pelaje (garrapatas, pulgas, piojos,…).
Un clima seco, que conduce a un rascado regular de la piel y que la irrita.
Una bacteria que crea una infección (lo cual es común en los perros).
Una deficiencia alimentaria en ácidos grasos omega 3, vitaminas, oligoelementos. Si tu perro pierde pelo es muy importante asegurarse de que tenga una alimentación suficientemente rica en estos elementos nutricionales. De hecho, en su defecto, la piel está más seca, de ahí la caspa.
Cualquier dermatosis que cause la pérdida de pelo en perros y gatos también puede generar caspa en el perro como en el gato. De hecho, cuando el pelo cae, suelen estar asociadas pequeñas escamas. Las alergias o varios parásitos pueden ser responsables de picazón y, por lo tanto, de la pérdida de pelo.
Por último, una afectación general que puede afectar el estado de salud del animal también puede provocar la presencia de caspa en el pelaje. Este no es el único signo clínico en la mayoría de los casos.

Si mi perro tiene caspa, ¿cómo curarlo?

Una dieta y una higiene de vida adecuada pueden resolver este problema de sequedad de la piel y aliviar a tu perro, que puede rascarse y dañar su piel.

Comienza con un cepillado regular y el uso de champús suaves adecuados para su piel. ¡No laves a tu perro con demasiada frecuencia, no lo necesita! Una vez al mes es suficiente, incluso si tiene el pelo largo. A veces, consulta a un peluquero experimentado que use productos naturales. Limpia e hidrata su piel con aceites y lociones naturales que existen en formato de spray o crema. Considera comprar un champú anticaspa (dicho antiséborréico) que será más suave que un champú clásico.

Usa productos no tóxicos ni agresivos cuando limpies tu casa. El jabón negro y los productos sin perfume son preferibles.

Si no es suficiente, puedes a veces cambiar a una dieta con croquetas hipoalergénicas que contengan hidrolizados alimentarios. Los complementos alimenticios también pueden aliviarlo (ácidos grasos esenciales…), agrégalos en su comedero. Tu perro necesita “buenos” lípidos en su alimentación, especialmente aquellos contenidos en ciertos peces. Son en parte responsables de la calidad del sebo presente en su piel.

Finalmente, es urgente tratar a tu perro contra los parásitos, especialmente las pulgas que están presentes todo el año.

Y si los síntomas persisten o empeoran es importante consultar a tu veterinario.

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